jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Qué es la Pobreza?

Se le denomina pobreza a aquella situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.

También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de exclusión social, más comúnmente llamada "marginación". En una gran cantidad de países del tercer mundo, se dice que una persona está en situación de pobreza cuando su salario (en caso de contar con él), no alcanza para cubrir las necesidades que incluye la canasta básica de alimento.

martes, 8 de noviembre de 2011

Cómo eliminar la pobreza mundial en 8 pasos





La Tierra está poblada por aproximadamente 6.350 millones de personas según estimaciones de Naciones Unidas. Se espera una proyección de la población mundial en 9.000 millones para el 2050 lo que equivale a decir a un incremento de 77 millones de personas cada año. Además de esa cifra poblacional en la que nos encontramos, 3.050 millones de ellos corresponden a personas de edad inferior a los 25 años de los cuales 640 millones corresponden a niños en edad comprendida entre los 0 y los 4 años; 1.210 millones entre los 5 y los 14 años y 1.200 millones entre los 15 a 24 años, según datos extraidos de la fuente de datos de la ONU.


En este contexto mundial en el que nos encontramos, cada día mueren 30.000 niños de menos de cinco años, lo que supone 11 millones al año de defunciones infantiles, la mayoría por causas EVITABLES. 1.000 millones de seres humanos sobreviven con menos de un euro al día y 800 millones sufren desnutrición. El sida afecta a 40 millones en todo el mundo, generando la debilidad necesaria para que otras enfermedades superadas por los países desarrollados como el paludismo o la tuberculosis se lleven casi otros tres millones de personas. Las mujeres ocupan el 16% de todos los escaños del mundo.


En el año 2000 los 189 países de la ONU firmaron los Objetivos del Milenio (ODM) para reducir significativamente los niveles de pobreza y subdesarrollo del planeta y fomentar el desarrollo. Muchos no conocen ese tratado, crucial para conseguir que los países ricos se comprometan con los más pobres.


Aunque se ratificaron hace más de 50 años, los derechos humanos no existen en la mayoría del Planeta, de ahí que importantes colectivos y organizaciones como Intermon Oxfam luchen por su implantacion y difusion. La mayoría de ONGs considera crucial la concienciación y la presión ciudadana a sus Gobiernos por un mayor compromiso con ese tratado. Estos son los objetivos:


1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

La meta es reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día, 1.000 millones según el último informe de la ONU sobre los objetivos del milenio. La falta de ingresos genera hambre: hay en el mundo 800 millones de personas malnutridas al extremo, un flagelo que castiga especialmente a los niños: más de 150 millones en los países en desarrollo tiene un peso inferior al normal. La desigualdad, los desastres naturales y los conflictos armados empeoran la situación de las regiones más azotadas por el hambre. De los 13 millones de personas que murieron en un conflicto armado entre 1994 y 2003, 12 eran de Asia Occidental, Meridional y de África Subsahariana. Esta región es la única en la que el número de personas que viven con menos de un dolar diario ha aumentado de 227 millones en 1990 a 313 en 2001. En Asia, sin embargo, ese porcentaje se redujo en 250 millones entre 1990 y 2001, aunque en Asia meridional el hambre se ha extendido. El aumento de la población y la escasa productividad agrícola son los factores causantes de la grave “escasez” de alimentos.


2. Lograr la educación primaria universal.


En el mundo hay 115 millones de niños privados del derecho a la educación primaria. La meta de los ODM es conseguir que en 2015 todos los niños del mundo hayan cursado al menos el primer ciclo de educación primaria. Cinco regiones del mundo están cerca del 100% de escolarización, pero otras como África Subsahariana o Asia Meridional y Oceanía siguen arrastrando un retraso que redunda en la capacidad de dasarrollo. La falta de educación primaria es proporcional al nivel de pobreza de las familias, afectando a aquellas con menos ingresos, sobre todo en las que las madres no han estudiado. El sida es otra de las grandes barreras para la escolarización universal. En la mayoría de países en desarrollo las niñas tienen mucha menos probabilidades de terminar la escuela.


3. Igualdad


La igualdad entre hombres y mujeres es un derecho humano que debe extenderse a todas las actividades de la vida: educación, trabajo, relaciones sociales, política, etc. Aunque la meta final de este objetivo es eliminar las diferencias en todos los niveles de educación en 2015, el informe de Naciones Unidas contempla desequilibrios en otros campos: el porcentaje de mujeres en trabajos remunerados es inferior al de hombres, sobre todo en Asia Meridional y Occidental, las mujeres son mayoría en los trabajos de menor prestigio y minoría en los puestos de responsabilidad: sólo ocupan el 16% de todos los escaños en los parlamentos del mundo, un desnivel que sólo se reduce hasta un 20% en los países desarrollados. Desde 2003, la Asamble Nacional de Ruanda es la cámara que mayor paridad refleja en el mundo, con un 49% de mujeres.


4. Reducir la mortalidad de los menores de cinco años.


Cada día mueren 30.000 niños de menos de cinco años. 11 millones al año. La mayoría es de países en desarrollo y las causas de su muerte son evitables. La malnutrición tiene que ver con la mitad de esas muertes. Aunque el número de defunciones infantiles se redujo a la mitad entre 1960 y 1990, el ritmo de reducción de fallecimientos en los primeros 5 años se ha desacelerado recientemente. Como casi siempre, la más castigada es el África Subsahariana, de donde provienen la mitad de los niños muertos en el mundo. Otro tercio proviene de Asia Meridional; otra gran parte, de países en conflicto, como Irak. “La mitad de las muertes de niños menores de cinco años se deben a cinco enfermedades: neumonía, diarrea, paludismo, sarampión y sida. La mayoría de estas vidas podrían salvarse intensificando medidas de prevención y tratamiento de bajo costo”, dice en informe de la ONU.


5. Mejorar la salud materna.


Cada año, más de 500.000 mujeres mueren durante el parto en todo el mundo y otros diez millones sufren lesiones graves o incapaces irreversibles. En la actualidad, el África Subsahariana es la zona que presenta una más alta densidad de muertes durante el parto (1 de cada 16 mujeres). Con la meta de reducir en tres cuartas partes el número de fallecimientos para el 2015, el objetivo es el de aumentar los recursos encaminados a lograr que la mayoría de los partos sean atendidos por personal capacitado en prevenir cualquier tipo de complicación así como el acceso a una atención obstétrica de urgencia. Bangladesh y Egipto son claros ejemplos de la efectividad de estas medidas. En tan sólo 8 años consiguieron reducir las tasas de mortalidad a la mitad. Ante tales cifras, se hace imperioso el facilitar el acceso universal a la atención de la salud reproductiva para atender a los 1.300 millones de jóvenes que en los próximos años comenzarán su vida reproductiva.


6. Combatir el sida y otras enfermedades.


Desde 1980, año en el que se registró el primer caso, el sida ha dado muerte a más de 20 millones de personas. En la actualidad, 40 millones están afectadas por el virus, siendo el África Subsahariana, con 7 de cada 100 adultos infectados, la zona más castigada. Enfermedades como el paludismo, que mata a 1 millón de personas al año, o la tuberculosis, que parecería erradicada pero que ha renacido con fuerza inusitada para llevarse 1,7 millones de almas anuales, han encontrado en la vulnerabilidad que provoca el sida el caldo de cultivo perfecto para su desarrollo. A estas devastadoras cifras debemos unir los 15 millones de niños huérfanos que el virus ha dejado a su paso. La necesidad de concienciar a la población de los países más afectados de su peligro (sólo el 25% de los jóvenes africanos tienen nociones mínimas de cómo evitar el contagio), y la de facilitar los medios idóneos para tratar los millones de casos de tuberculosis y paludismo que se multiplican cada día se hace imperiosa.


7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.


940.000 kilómetros cuadrados de bosques (la superficie de Venezuela) han sido talados en el último decenio; tan sólo el 1% del ecosistema marino está declarado como zona protegida, por el 13% del terrestre; 10.000 especies de animales están en peligro de extinción; la falta de combustibles “limpios” en los países en desarrollo se traduce en la necesidad de utilizar leña, carbón o estiércol, cuya contaminación provoca la muerte de 1,6 millones de personas cada año… Y todo ello cada vez se hace más “insostenible”. Nuestra propia supervivencia depende de proteger los ecosistemas complejos. La sostenibilidad no podrá lograrse con los modelos actuales de consumo y uso de recursos. El Protocolo de Kioto, que ha conseguido reducir en una décima parte las emisiones de dióxido de carbono a las atmósfera, ha dado un primer paso hacia la salvación, demostrando que es posible avanzar siempre que existe voluntad política para ello (no obstante, especialistas como James Lovelock creador de la obra “Gaia” referente mundial del ecologismo y el cambio climático del planeta, consideran que ya es demasiado tarde como para evitar graves consecuencias de carácter irreversible…).


8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.


La aceptación de que estos objetivos son una lucha colectiva cuyos resultados beneficiarán a todos los países se antoja básica. La ayuda oficial y las donaciones de entidades benéficas privadas de los países desarrollados, que en el 2004 alcanzó la cifra récord de 79.000 millones de dólares, son la fuente principal de financiación externa con la que cuenta el mundo subdesarrollado. Pero este aumento de ayuda debe ir acompañado de formas eficaces de aprovecharla y que contribuyan a promover estrategias de desarrollo del país receptor. Una de las fórmulas propuestas es la de un sistema financiero y de comercio abierto, un acceso más justo a los mercados de los países ricos facilitaría mucho más a los países pobres el comenzar a hacerse presentes en la competitiva economía mundial. Otro de los objetivos es el de implicar a las empresas farmacéuticas para proporcionar medicamentos esenciales a un costo razonable, así como al sector privado para que se puedan aprovechar más y mejor los beneficios de las tecnologías de la información y la comunicación.


La pobreza en chile

En nuestro país la pobreza se manifiesta en la vida de millones de personas, quienes sufren a diario restricciones de todo tipo, las que les impiden un desenvolvimiento de sus capacidades, y una auténtica realización humana.

Muchas familias se desintegran y hombres, mujeres y jóvenes se suman en la desesperación o la apatía, al comprobar que les resulta imposible superar las condiciones que los aplastan. La pobreza sigue siendo el principal problema nacional. Ningún chileno, grupo social, partido político o sector ideológico puede sustraerse de la búsqueda de caminos que contribuyan a terminar con esta deficiencia social.

Lo más aplastante de la pobreza no consiste en la precariedad en sí misma de las condiciones de vida, sino en la falta de expectativas. Muchos de los afectados, sobre todo jóvenes, caen así en la apatía, el individualismo o las conductas antisociales. Pero en otros, emergen la solidaridad o la búsqueda de soluciones comunes.

No solo interesa conocer el número de afectados, sino quienes son, como se las arreglan para sobrevivir, cuales son sus aspiraciones, y que piensan de la sociedad. De esta forma se intenta avanzar en la comprensión de la forma en que sobreviven los pobres pese a la exigüidad de los ingresos que generan ($ 7.000, $10.000 ó $12.000 mensuales). Si bien esa suma se ve complementada por los subsidios directos y bienes y servicios otorgados al margen del mercado. Un ejemplo de la precariedad alimenticia a la cual se ven obligados a sustentar los individuos que integran este grupo; el hecho de comer una vez al día, alimentación que se basa en “tecito y pan”, caldo de huesos, etc. Prácticamente no salen de las poblaciones en que viven, en las que han sido concentrados deliberadamente, acrecentándose así la desintegración social y espacial imperante en el Gran Santiago, y en las que se advierte una aguda escasez de servicios básicos.

Hoy en día existe, en Chile, una distribución inigual de las riquezas y del poder; el 20% de la población se reparte el 40% del ingreso total del país. Los recursos de distribuyen de forma desorganizada a causa del sistema macroeconómico. Si bien es cierto que la pobreza se ha reducido, entre 1987 y 1996, de un 49 a un 23% y los niveles de indigencia han bajado de un 17 a un 5,8%, el problema se ha agravado por otras variables, como el crecimiento de la desigualdad en la distribución de los ingresos; es de vital importancia que la comunidad busque una pronta solución a este problema. La clase media ha pasado, en los últimos años, por un permanente proceso de empobrecimiento. Contamos con una mala educación (tenemos un sistema poco moderno; ineficiente y selectivo), el 97,6% de la población no supera los 12 años de escolaridad. Chile tiene un crecimiento del 6% anual. El ingreso per cápita ha aumentado (U$800). El problema de la pobreza es mucho más marcado en los sectores rurales del país. Existe una importante falta de empleos y oportunidades, sobre todo para la gente joven. Y por último, es importante destacar que la democracia lleva pocos años en funcionamiento y aun no logra una real estabilidad.

Las causas
Se considera a los pobres como el sector que va “retrasado” con respecto del tren que camina desde la estación “sociedad tradicional” a la “sociedad moderna”.

En esta perspectiva el problema central estaba en el sector agrícola, pues en él, se localizaba la mitad del problema nacional de pobreza. Por ello la Reforma Agraria, los programas de desarrollo agropecuario, la sindicalización campesina, etc. Eran instrumentos centrales para modernizar la agricultura y ayudar así a que los pobres alcanzaran el tren del progreso.

También en el sector urbano había una concepción similar. A ello respondían los programas de promoción popular, sindicalización, organización comunitaria, mientras la palanca industrializadora daba vía libre a nuestro convoy de desarrollo y bienestar.

Todo lo anterior se daba en un contexto político democrático, crecientemente abierto y participativo. La pobreza, entonces, era una realidad social que se hacía sentir a través de diversas expresiones organizadas o a través de formas de mediación, como fueron los partidos y las iglesias.


No es fácil distinguir y fijar los límites de las situaciones de pobreza. La dificultad se encuentra al tratar de establecer la línea de la pobreza y cuales son los indicadores adecuados para tal objetos. Lo sustantivo es la mujer, el hombre, el joven o el niño a los cuales se les impone una condición de vida que les imposibilita ser, existir y desarrollarse en un espacio adecuado.

Cómo delimitar el rango de los pobres, es un tema controvertido y ha habido estudios con diversos enfoques analíticos.


 

La pobreza en América Latina



La desigualdad social y la pobreza siguen siendo los principales desafíos de toda la región: según informes de la CEPAL, América Latina es la región más desigual del mundo. En total en América Latina, el 33% de la población vivió bajo la línea de la pobreza durante 2008, la cifra es el menor índice de pobreza que ha tenido la región desde hace varias décadas. Aunque apenas se ha reducido un 7,5 en comparación con la de 1980. Unos 180 millones de latinoamericanos vivieron debajo de la línea de la pobreza para ese año. Para el 2006 los tres países más desiguales, basándose en el Coeficiente de Gini, fueron: Bolivia (59,2); Haití(59,2)(2001) y Paraguay (59,8)(2003). Por su parte los más igualitarios fueron: Venezuela (41,0)(2009);Uruguay (45,2) y Ecuador (46,0).


A continuación una tabla con Indicadores de Pobreza, Calidad de Vida, Educación y Medio Ambiente


PaísDesigualdad
de ingreso
Coef. Gini
(2009)
Desarrollo
Humano
IDH
(2010)
Desempeño
Ambiental
EPI
(2010)
Educación
Índice
(2007)
Calidad
de vida
índice
(2005)
Expectativa
de vida
Años
(2007)
Índice de
pobreza extrema
% población con menos de 2 dólares diarios
(2009)
Bandera de ArgentinaArgentina50.00.775 (H)61.00.9466.46975.211.3
Bandera de Bolivia Bolivia58.20.643 (M)44.30.8925.49265.430.3
Bandera de Brasil Brasil55.00.699 (H)63.40.8916.47072.212.7
Bandera de Chile Chile52.00.783 (H)73.30.9196.78978.52.4
Bandera de ColombiaColombia58.50.689 (H)76.80.8816.17672.727.9
Bandera de Costa Rica Costa Rica47.20.725 (H)86.40.8836.62478.78.6
Bandera de Cuba Cubas/ds/d78.10.993s/d78.5s/d
Bandera de Ecuador Ecuador54.40.695 (H)69.30.8666.27275.012.8
Flag of El Salvador.svg El Salvador49.70.659 (M)69.10.7946.16471.320.5
Bandera de GuatemalaGuatemala53.70.560 (M)54.00.7235.32170.124.3
Flag of Haiti.svg Haití59.50.404 (B)39.50.5884.09061.072.1
Bandera de HondurasHonduras55.30.604 (M)49.90.8065.25072.029.7
Bandera de México México48.10.750(H)67.30.8866.76676.04.8
Flag of Nicaragua.svgNicaragua52.30.565 (M)57.10.7605.66372.731.8
Bandera de Panamá Panamá54.90.755 (H)71.40.8886.36175..517.8
Bandera de ParaguayParaguay53.20.640 (M)63.50.8715.75671.714.2
Bandera del Perú Perú49.60.723 (H)69.30.8916.21673.018.5
Bandera de la República DominicanaRepública Dominicana50.00.663 (M)68.40.8395.63072.415.1
Bandera de Uruguay Uruguay46.20.765 (H)59.10.9556.36876.14.2
Bandera de VenezuelaVenezuela43.40.696 (H)62.90.9216.08973.610.2